la cantina de la Marieta

CASTELNOU.LOG/ FICHA 09


No recuerdo cuando fue la primera vez que entré a la cantina, ya que durante los nueve primeros años de mi vida, yo vívía tan sólo dos puertas más arriba en la calle Mayor. Eso sí, recuerdo especialmente a aquellos vecinos con los que pasé mucho rato en la calle y también en sus casas.
Frente a mi casa estaba "la casa l'Agueda" así llamaban todos a la que todavía funcionaba como una pequeña tienda o ultramarinos local, de la cadena Végé y también la antigua cantina de la Marieta, entonces ya cerrada.

De Fotos Antiguas de Castelnou 01
La cantina o la taberna, como la llamaban otros, era un edificio de dos plantas más la planta calle, que tenía como patio el bar y una pista de baile.
Se abría en los años 40, regentada por María Castillo e Inociencio López, "la tia Marieta y el tio Inocencio". Se trataba de un pequeño bar en la planta calle o patio, con una pequeña habitacion encima que servía como zona de baile. En la segunda planta, un mirador que hacía las veces de almacén. Allí acudían los jóvenes del pueblo a beber y bailar un rato, y también los críos a por las chuches de aquellos años.
La cantina cerraba su pequeña puerta al público, aproximadamente el año 1968, dando lugar a la necesidad de lo que poco después fue el tele-club de Castelnou, localizado entre la calle del Horno y la Canal, donde actualmente está el bar-restaurante (el tele-club y la tienda serán objeto de otras fichas temáticas)
Son bastantes los lugares que la memoria de los vecinos de la localidad cuentan como bares, o centros dedicados a este tipo de ocio, "la casa el Elíás", "el bar de la tia Pepita", el del tio Pañero...
La cantina estaba en el centro neurálgico de Castelnou, en la calle Mayor, nº 1, frente a la tienda y junto al Ayuntamiento,"pared con pared". Se puede decir que casi estaba en la plaza Mayor.
Había una puerta de acceso de una sola hoja, verde, como la persiana de madera del ventanal que daba luz a la planta baja. En esta planta, entrando a la izquierda podíamos ver la barra del bar. De paredes pintadas de verde claro y con pequeños estantes, donde se colocaban las botellas detrás de la barra de baldosas blancas, ladrillos y granito, lo típico...
>> unas fotos de las últimas botellas (Gin, kaskol, licor 43, pippermint, anis)
BAILANDO EN LA PARTE DE ARRIBA
Al fondo a la derecha subían unas escaleras arriba, donde encontrábamos la pista de baile. Un tocadiscos ponía los hits del momento como "El Porompompero" de Manolo Escobar o el "Medio Peso" de Pepe Benavente, siendo esta última canción la que más se oyera.
Esto me contaba la tia Marieta, cuando yo era un crío y entraba a beber agua del botijo que tenía en el patio, siempre fresca y con unas gotas de anís, o bien a pasar un rato junto a la estufa en el comedor de su casa, cuando el tio Inocencio desempolvaba estos singles que pinchaba en el tocata original. La tia Marieta y el tio Inocencio, no vivían en la cantina, sino en una casa situada, uno poco más arriba en la calle Mayor, frente a la mía.

Eran de mediados a finales de los 70, cuando yo descubrí la cantina, ya cerrada y convertida en el cuarto de los trastos del tio Inocencio. Todavía tenía casi todas las botellas en los estantes, un calendario y un pequeño cuadro con la última lista de precios.

cuadro con la última lista de precios
(descárgate el PDF)
Dallas, dallones y azadas, "las jadas", un par de bicicletas y varias sulfatadoras, algún cepo..., en fin, un poco de todo con una buena capa de polvo.
Allí estaba el tio Inocencio afilando "la fal", o la dalla. cuando volvía del campo, siempre con su paquete de celtas cortos (sin boquilla) y la bota de vino. Recuerdo que fue allí donde aprendí a arreglar los pinchazos de las ruedas de bicicleta, que siempre este buen hombre me arreglaba.
Años más tarde, sería mi padre quien utilizaría este lugar para dejar todo tipo de trastos de albañilería que usaba en las obras. Posteriormente, tras su venta, esta casa se halla en proyecto de reconversión en vivienda. En el año 2010 la taberna volvía a abrir su puerta al público convirtíendose en todo un local del medievo, dentro del 1er mercado medieval celebrado en la localidad aquel mes de agosto, siendo esta la última vez que vi este sitio que tantos recuerdos me trae de cuando era niño.

El año 2011 de nuevo este local abría sus puertas al II Mercado Medieval de Castelnou, como puesto de bocatas y brasas y en 2012 al tercero...
Me decía el tio Valero que la cantina estaba en un sitio perfecto para gastarse "las vueltas" de las compras al salir de la tienda. Por eso recordaba lo que le decía el tio herrero cuando salía de comprar, "sería como pasar por misa y no entrar..."